Los medios de comunicación nos han permitido relacionarnos con el mundo. Saber qué pasaba más allá de nuestra calle. Conocer los puntos importantes que regirían a nuestra sociedad. Pero también divertirnos y entretenernos con realidades ni siquiera soñadas.
De entre todos ellos, la radio ha despertado siempre un cariño especial. Su aterrizaje supuso la democratización real de la información. Incluso aquellos menos ilustrados podían saber qué pasaba al otro lado del mundo. Pero, como todo en esta era digital, la radio también debe evolucionar.